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60th IFLA General Conference - Conference Proceedings - August 21-27, 1994

Las Estadísticas en las Instituciones de Información en Cuba:
un análisis de la situación actual

Modesto Zaldívar Collazo
Centro de Estudios para el Desarrollo Profesional en Ciencias de la Información (PROINFO)


ABSTRACT

El trabajo presenta un panorama de la aplicación de la estadística bibliotecaria en Cuba desde 1959 hasta la fecha en los tres sistemas de información existentes: el Sistema de Bibliotecas Públicas, el Sistema Nacional de Información Científica y Tecnológica.


PAPER

INTRODUCCION

El trabajo tratará de presentar un bosquejo histórico de la aplicación de la estadística en las instituciones de información en Cuba (bibliotecas y centros de información y documentación en ciencia y tecnología) en los últimos treinta años. Asimismo, se situará en un plano que permita analizar la situación actual de la aplicación de la estadística bibliotecaria y de la actividad de información y documentación en ciencia y tecnología (actividad informacional) a nivel nacional y sus vínculos con las normativas internacionales de la Unesco e ISO.

Antecedentes históricos

El registro de datos estadísticos en las instituciones de información cubanas data de la creación de la primera biblioteca pública del país, la de la Sociedad Económica Amigos del País, en el año 1773, y ha continuado a lo largo de estos 200 años de desarrollo de las instituciones de información en Cuba. Los datos registrados han llevado la cuenta, indistintamente, de los materiales disponibles, repertorios o catálogos para la orientación al lector, servicios prestados, uso de los fondos disponibles, etc. Sin embargo, la aplicación de la "estadística oficial", vista esta como la compilación, estudio e interpretación de datos significativos para los gobiernos, tiene en Cuba so lamente unas tres décadas de existencia.

A raíz de los cambios propiciados con el advenimiento de la Revolución cubana de enero de 1959 en el plano del desarrollo socioeconómico, fundamentalmente en las esferas de la educación, la salud pública y la cultura, se empieza a gestar una nueva era del desarrollo de las instituciones de información en el país, lo cual propició el fomento de las bibliotecas escolares, universitarias, públicas y de salud pública.

Paralelamente a este desarrollo, se daba otro: el referido a la entronización en el país de la revolución científico técnica, el cual propició la aparición generalizada de bibliotecas especializadas, centros de información y documentación, y otros similares en casi todos los sectores de la economía cubana vinculados a centros d e investigación, empresas industriales y de servicios, organismos estatales, etc.

Tanto unas como otros debían responder a las expectativas depositadas en ellas en relación con el desarrollo del país y, por tanto, sus resultados debían medirse cuantitativa y cualitativamente. Por ende, la aplicación de la estadística bibliotecaria y de la actividad informacional oficial era una necesidad palpable y con tal fin se trabajó desde los primeros momentos en los organismos gubernamentales que tenían bajo su responsabilidad las respectivas redes de información.

En Cuba existen actualmente tres sistemas o redes de información que tienen un carácter nacional: el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas (SNBP) del Ministerio de Cultura (MC), el Sistema Nacional de Información Científica y Tecnológica (SNICT(, de carácter multisectorial, cuya coordinación recae en el Ministerio de Ciencia, Tecnolog&iac ute;a y Medio Ambiente (MCTMA), y el Sistema Nacional de Bibliotecas Escolares (SNBE) del Ministerio de Educación (MINED). Entre los tres agrupan la totalidad de las instituciones de información en el país y cada uno posee su respectivo sistema de información estadística. En el caso del SNICT, dado su carácter multisectorial, existen redes de informaci& oacute;n ramales que poseen sus propios sistemas de información estadística. Sin embargo, todos no aplicaron al unísono modelos e indicadores estadísticos que sirvieran a los efectos de la contabilización de datos.

Las primeras aproximaciones al problema de la aplicación de la estadística, en el período revolucionario, se da en 1964, durante la celebración del I Forúm de Bibliotecarios, convocado por la Dirección General de Bibliotecas (DGB) perteneciente al Consejo Nacional de Cultura (CNC, antecedente del MC). Durante la celebración del evento se presentó un informe preparado por una comisión designada para realizar las labores preliminares para la introducción de las estadísticas en el SNBP. El informe puntualizaba la necesidad de medir cualitativamente el servicio bibliotecario.(1) La aplicación de indicadores estadísticos a la red de bibliotecas públicas del CNC se fundamentó en las experiencias prácticas acumuladas por la Biblioteca Nacional, como centro del SNBP. La metodología aplicada, debidamente adaptada, permitió la contabilización de una serie de datos de indudable interés para la labor de los servicio s y de investigación desarrollada por la DGB.

A finales de la década del 60, la explosión de bibliotecas escolares como resultado de la política educacional del gobierno cubano, hacía aconsejable la contabilización de una serie de datos vinculados a los centros de enseñanza que recibían servicios bibliotecarios, lo cual determinó que el MINED creara su propio modelo de recogida de datos estadísticos que, con carácter trimestral, debía ser reportado al Ministerio. Estos datos servirían para conformar el informe estadístico anual de la labor de las bibliotecas escolares en Cuba.

La recogida de datos estadísticos en el SNICT tuvo otras características, ya que aquí se trataba de recopilar información de más de 30 sistemas de información ramales pertenecientes a otros tantos Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) y un número similar de entidades estatales, cada uno de los cuales poseía sus pro pios registros primarios y secundarios de información, lo que hacía más difícil el reporte de estos dada la inexistencia de un organismo gubernamental que coordinara tal función. Por lo cual, los indicadores referidos al funcionamiento y desarrollo de la actividad de información y documentación, no se empezaron a recopilar hasta 1977, pues durante el período 1959 1976, a pesar del gran auge que empezó a tener esta actividad (producto de los avances obtenidos en la ciencia) y la técnica, no existió tal organismo coordinador.(2)

A partir de 1977, la Academia de Ciencias de Cuba (hoy MCTMA), asume tal función y asigna la función de dirección metodológica del SNICT al Instituto de Documentación e Información Científica y Técnica (IDICT), es entonces que se reflejan datos cuantitativos de la actividad de información y documentación en las estadísti cas a través de dos tablas que recogían sendos indicadores en el Anuario Estadístico de Cuba. Sin embargo, esta recogida de datos carecía de la legislación que amparase tal función, por lo que su aplicación no estuvo lo suficientemente generalizada en todo el referido sistema.

La estadística oficial no comienza hasta 1965, con la inclusión en el Boletín Estadístico1 de la Dirección Central de Estadísticas de la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN) del capítulo "Actividades Culturales, Espectáculos y Servicios de Información", dentro del cual venía reflejada la tabla "Actividades de Bibli otecas, Galerías de Arte y Salas de Lectura" en la que se recogen indicadores sobre el número de bibliotecas generales, técnicas, y escolares o de educación. La información estadística bibliotecaria sufre modificaciones en 1977 con la inclusión de otros indicadores dentro del capítulo "Cultura y Arte" en la que aparece la tabla "Actividades de Bibliotecas, Galerías de Arte y Museos"..

Estos cambios coinciden con la aparición, en 1976, del Comité Estatal de Estadística (CEE), el cual asume las funciones que hasta ese momento venía desempeñando la Dirección Central de Estadísticas de la JUCEPLAN y que hoy están a cargo de la Oficina Nacional de Estadísticas del Ministerio de Economía y Planificación. A inicios de la década de 1980 la información se amplía con la introducción de nuevos indicadores dentro del capítulo "Cultura y Arte". Aparecen dos nuevas tablas que sustituyen la anterior.

Los informes estadísticos sobre la actividad informacional del SNICT se obtenían a partir de la información elaborada por el Departamento SNICT del IDICT, el cual estaba encargado de coordinar dicha actividad en todo el país, bajo los auspicios del organismo rector de la ciencia y la técnica. La recogida de datos, a partir de 1977, al menos en los primeros a&nt ilde;os, tenía un carácter bastante limitado, dada la inexistencia de una legislación al respecto y de un estado incipiente del desarrollo de la propia actividad y de la coordinación. Paralelamente, se habían realizado, por parte del referido Departamento toda una serie de trabajos encaminados a dotar al SNICT de un registro de información primaria que recogiese los resultados de la actividad informacional. Con tal propósito se elaboró un sistema de modelos e indicadores denominado FIEL,(3) cuyo precepto era reflejar el nivel de actividad de las un idades de información por sectores, ramas y subramas de la economía.

Posteriormente, en el año 1985, el Departamento del SNICT llegó a cristalizar un censo nacional de unidades de información especializadas cuyos propósitos era conformar un diagnóstico de la actividad de información y documentación en ciencia y tecnología del país en general y de cada subsistema de información en particular.(4) Uno de los resultados de dicho censo fue la elaboración del Directorio de Organos de Información del SNICT, editado en 1987, el cual recogía información sobre 620 unidades de información especializadas del país.(5) La legislación sobre estadísticas de la actividad de información y documentación en el SNICT surge con la aprobación de la Resolución No.95 de 1987 del CEE,(6) la cual da lugar a la introducción del modelo estadístico 211.004, "Principales indicadores de Información Científica" perteneciente al Sistema de Información Est adística Complementaria de la Academia de Ciencias de Cuba.

En 1991, se varió el modelo de recogida 211.004, el cual se sustituyó por un nuevo modelo, el 211.01, "Resultados de la actividad de las unidades de información especializadas" amparada por la Resolución No.93 del propio CEE(7). Dicho modelo reducía el número de indicadores a reportar por las unidades de información en ciencia y tecnología dentro de una política general del país dirigida a simplificar al máximo posible el exceso de modelos, indicadores y datos que se recogían tradicionalmente por diferentes entidades gubernamentales y que daba lugar a un solapamiento de funciones. La legislación de la actividad bibliotecaria del SNBE del MINED surge en 1979 con la aprobación de la Resolución Conjunta CEE-MINED,(8) la cual puso en vigor el Servicio Estadístico que habría de suministrar el referido Comité a dicho Ministerio.

El registro de información primaria del MINED estuvo contenido en el modelo 514 "Informe de las bibliotecas escolares y centros de documentación", los cuales utilizaron de forma compartida durante algunos años tanto el área que atendía el control estadístico de las bibliotecas escolares como el área que atendía los centros de documentaci&oac ute;n pedagógica, estos últimos subordinados a las estadísticas que recoge el SNICT, procediendo posteriormente a un desglose de ambos sistemas, hasta hace dos años que volvieron a fusionarse.

La información Estadística sobre las Instituciones de Información Cubanas y la Normalización Internacional

Si bien en Cuba no existe aún una normativa oficial que regule la presentación de datos estadísticos de bibliotecas y de la actividad de información y documentación en ciencia y tecnología, sí aplica consecuentemente las Recomendaciones que en este sentido ha formulado la Unesco.

Así tenemos, que la aprobación en la 16a. Reunión de la Conferencia General de la Unesco, celebrada en París en 1970, de una Recomendación sobre normalización internacional de las estadísticas relativas a las bibliotecas, convertida en norma ISO en 1974, determinó en 1973 una nueva reorganización de la estadística bibliotecaria en vigor desde 1964 en el sector de las bibliotecas públicas cubanas con el objetivo de adaptarla a la normativa internacional. Como consecuencia se modificaron los modelos del Sistema de Información Estadística Nacional (SIE-)(9) y del de Sistema de Información Estadística Complementaria (SIE-C).(10) Las modificaciones se hicieron atendiendo a los requisitos de comparabilidad internacional que deben poseer los datos recopilados de nuestras bibliotecas públicas. Esos modelos fueron perfeccionados en 1986 y 1991. Uno de los puntos ventajosos en la implementación de la normativa internacional es que por primera vez se contó con una normalización terminológica. Se establece, a partir de ese momento, una acción coordinada con la Unesco, en cuanto al reporte de las estadísticas de las bibliotecas cubanas y a la incorporación de las más recientes recomendaciones emitidas por tal organismo.

La estadística relativa a la actividad informacional igualmente recogió las recomendaciones que en este sentido ha elaborado la Unesco, así tenemos que en la conformación de los modelos e indicadores estadísticos sobre la actividad desarrollada por las unidades de información especializadas (centros especializados en información y documentaci&oacut e;n), incluyendo el SIE-N y el SIE-C, se tuvo en cuenta la Recomendación sobre la normalización internacional de las estadísticas relativas a la ciencia y la tecnología, aprobada por la Conferencia General de la Unesco el 27 de noviembre de 1978 en su 20a. reunión.

Los indicadores estadísticos de las instituciones de información cubanas que se utilizan para informar oficialmente los niveles de actividad de esas instituciones en el plano nacional e internacional, están contenidos en dos sistemas: el SIE-N y el SIE C. Ambos se encuentran muy relacionados, en tanto el primero nutre principalmente de la información recogida en el se gundo. Este último, a su vez, se apoya en buena medida en el Registro de Información Primaria de las Instituciones de Información (RIP-II), repertorio que suministran también la información empleada en las investigaciones sobre las tendencias que se presentan en la actividad de estas instituciones. Una forma de corroborar la gran imbricación que poseen los dos sistemas de información estadística, anteriormente mencionados, con los sistemas estadísticos internacionales, nos la proporciona Setién(11) en su estudio sobre la aplicación de indicadores estadísticos con fines de reporte internacional para el caso de las bibliotecas públicas c ubanas.

Situación actual

La existencia mayoritaria de la propiedad social en el Estado cubano, propicia una fuerte concentración de las entidades estatales bajo una misma jurisdicción. Cada OACE tiene la potestad de controlar el desarrollo de las tareas y el funcionamiento de las entidades dependientes del mismo, dondequiera que estas se encuentren. Esta situación favorece el trabajo estadístico de las distintas redes de información ramales, al poder implantar dentro de las mismas los modelos e indicadores que satisfagan sus necesidades. Por regla general, estas redes proporcionan tanto los registros de información primaria como secundaria, acompañados de las respectivas instrucciones para la recogida de d atos, los cuales varían en tamaño y complejidad, con vistas a la preparación del informe estadístico anual. Una visión panorámica del trabajo estadístico en las instituciones de información cubanas nos permite apreciar lo siguiente:

Los indicadores estadísticos compilados por los SIE-C permiten elaborar índices relativos importantes para evaluar y orientar la gestión de las instituciones de información del país.

A sus efectos, la compilación de datos provenientes de estos sistemas proveen a los administradores y especialistas de toda una serie de elementos a tener en cuenta en la toma de decisiones: permite un monitoreo constante de la actividad, la posibilidad de establecer comparaciones sobre el desempeño de tal o más cual sistema o unidad de información específica a través de series cronológicas, etc. Asimismo, permiten el establecimiento de políticas nacionales.

Indudablemente, la computación ha venido a jugar un papel muy importante, tanto en la recopilación como en el procesamiento de los datos estadísticos, encontrándose lo suficientemente extendida en los sistemas de información existentes, lo que ha permitido darle un vuelco cualitativo a estas actividades, fundamentalmente en la prestación de servicios sobr e la labor estadística y en la preparación de productos, como por ejemplo, el Directorio de Unidades de Información de Cuba.

Por otra parte, los indicadores aportados por los registros de información primaria permiten el desarrollo de investigaciones bibliotecológicas y de la ciencia de la información, cuyos resultados se concatenan sistemáticamente para perfeccionar el funcionamiento tanto de las bibliotecas como de las unidades de información especializadas. Por ejemplo, la informa ción estadística de las bibliotecas públicas ha sido utilizada ampliamente en las investigaciones científicas del sector desde 1981 (ver 11 y 12). La única estadística oficial que abarca el conjunto de las bibliotecas y unidades de información especializada cubanas, con independencia del nivel de adscripción administrativa, es la de la Oficina Nacional de Estadísticas del Ministerio de Economía y Planificación, la cual mantiene relaciones de coordinación con organismos, tanto internaci onales como nacionales, con estos últimos en un plano fundamentalmente administrativo.

BIBLIOGRAFIA

1. Primer Forúm de Bibliotecarios. Bibliotecas (La Habana) 2(3); 3-10, mayo-junio, 1964.

2. Cuba. Comité Estatal de Estadísticas. Anuario Estadístico de Cuba, 1977.

3. FIEL. Registro de Información Primaria de las Unidades de Información del SNICT. IDICT, 1977.

4. Diagnóstico de la Actividad Científico-Informativa del SNICT. IDICT, 1987.

5. Directorio de Organos de Información Científica y Técnica. IDICT, 1987.

6. Cuba. Ministerio de Justicia. Resolución No. 95 del Comité Estatal de Estadística. Gaceta Oficial, 1991.

7. Cuba. Ministerio de Justicia. Resolución No. 93 del Comité Estatal de Estadística. Gaceta Oficial, 1991.

8. Cuba. Ministerio de Justicia. Resolución Conjunta, Comité Estatal de Estadística, Ministerio de Educación. Gaceta Oficial, 1979.

9. Cuba. Comité Estatal de Estadísticas. Sistema de Información Estadística Nacional (SIE-N). Tomo XV, Sector Cultura y Arte (La Habana), s.n., 1986, 99 h.

10. Cuba. Ministerio de Cultura. Sistema de Información Estadística Complementaria: bases metodológicas, modelos e instrucciones (La Habana), s.n., 1986, 96 p.

11. Setién. Emilio. Los indicadores estadísticos en las bibliotecas públicas cubanas. Bibliotecas (La Habana) 25 26, (1-4): 41-58, 1987-1988.

12. Setién, Emilio. Estudio sobre el trabajo con los lectores en las bibliotecas. Su relación con el programa nacional de la lectura. Bibliotecas (La Habana) 29(1-2):48-58, enero diciembre, 1991.