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To Bangkok Conference programme

65th IFLA Council and General
Conference

Bangkok, Thailand,
August 20 - August 28, 1999


Code Number: 095-106-S
Division Number: III
Professional Group: Library Services to Multicultural Populations
Joint Meeting with: Management and Marketing
Meeting Number: 106
Simultaneous Interpretation:   Yes

Una perspectiva neozelandesa sobre la gestión de la diversidad cultural

John H Mohi
Servicios a los Maoríes
Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda Te Puna Mätauranga o Aotearoa
Wellington, New Zealand


Abstract

Describe el trabajo de la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda y su compromiso de ser un contexto para la diversidad de manera que las colecciones que contiene sean un reflejo de la comunidad que representa. La consulta de la Biblioteca Nacional con los maoríes se ha centrado en una meta estratégica de colaboración y reconoce a los maoríes como "tangata whenua". Tendrá una estrategia para desarrollar una colaboración efectiva con los maoríes hacia el 2002. La biblioteca no es nada si no es parte de la comunidad que representa, y las colecciones contenidas en ella son algo menos que un reflejo de los neozelandeses.


Paper

Nga mihi nui ki a koutou / Saludos a todos

Una biblioteca como un contexto para la diversidad

La afirmación de que una biblioteca y las colecciones contenidas en ella son un reflejo de la comunidad que representa es la tesis subyacente a esta presentación. Dados los muchos y variados tipos de bibliotecas y la enormemente incrementada movilidad de la gente en las comunidades, no es sorprendente que las bibliotecas, como muchas instituciones sociales, encuentren difícil, cuando no imposible, representar a todos los miembros de sus comunidades en

un momento cualquiera. La idea de que una biblioteca es un contexto para la diversidad presenta retos a la dirección, a los catalogadores, al personal de referencia y, lo más importante, a nuestros clientes. La biblioteca como un contexto para la diversidad ha encontrado un amplio espectro de respuestas a través de varios frentes por todo el mundo. Para desarrollar la gestión de la diversidad en Nueva Zelanda, nos basamos en una experiencia internacional y en las perspectivas maoríes. Los maoríes son los indígenas de Nueva Zelanda.

Por parte de nuestros vecinos cercanos, documentos del primer asentamiento blanco en Australia, incluyendo materiales de las estaciones ganaderas, han sido regalados a menudo a los Archivos de Australia (http://www.archivenet.gov.au/jsredirect.exe). Recientemente, los descendientes de los primitivos australianos aborígenes, buscando pistas de su identidad familiar, se han dirigido en gran número a los archivos nacional y del Estado australianos. Esas personas, incluyendo muchos de la generación robada, vienen como nuevos grupos de clientes. Aportan nuevos retos a las viejas instituciones. La diversidad significa tratar con gente con la que normalmente no tratamos, y algunas veces incluye presenciar su dolor o su alegría.

Los Estados Unidos de América son uno de nuestros principales interlocutores comerciales. Allí, en la Biblioteca Metropolitana de Minneapolis, USA, en el Condado de Hennepin (http://www.hennepin.lib.mn.us/pub/feedback.html), el personal ha estado introduciendo sistemáticamente una metodología dinámica y solvente de catalogación que es sensible a una base de clientes que está cambiando. Su proceso exige del personal que afronte las necesidades catalográficas de sus clientes. Sus sistemas son dinámicos y asertivos respecto al conjunto diverso de necesidades de la comunidad. Esa biblioteca trata la diversidad de su comunidad de manera creativa.

Nosotros nos vemos a nosotros mismos como similares, en aspectos clave, a los escandinavos, y los maoríes se identifican con los lapones. En el Círculo Artico la colaboración se centró en el patrimonio documental lapón: el material poseído en Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Rusia se colaciona como un registro bibliográfico lapón. Esa colaboración demuestra el reconocimiento internacional de los lapones como una comunidad de usuarios de la información que quiere lo mejor del conocimiento mundial, quiere encontrar un lugar para su contribución única a ese conocimiento y quiere que el mundo sepa más de cómo los lapones se ven a sí mismos. Pueden ustedes contactarcon ese grupo de bibliotecarios y lapones bajo la constelación Berenice (http://www.nbo.uio.no/baser/samisk.html). La diversidad reconoce y también celebra la diferencia.

Más cerca de casa, en Wellington, Nueva Zelanda, la Biblioteca Pública de Wellington (http://www.wcl.govt.nz/), en una iniciativa de gestión de reingeniería de procesos (BPR), ha convertido a los clientes en la primera influencia sobre las nuevas adquisiciones. Asimismo se está dando a los clientes mucho mayor acceso a una más amplia gama de recursos de la administración local, también. La BPR fue muy problemática para algún personal al principio. Progresivamente ha ido satisfaciendo a un número creciente de contribuyentes, a medida que el proceso ha ido siendo más efectivo. Los nuevos servicios disponibles en las filiales supervivientes de la biblioteca incluyen el pago de impuestos y multas de tráfico, un servicio de información sobre las normativas locales de construcción y más estaciones de información electrónica. Su nuevo enfoque en la comprensión de las necesidades de los clientes existentes, así como en la actuación para atraer otros nuevos, es un cambio significativo de enfoque. El método de la Biblioteca Pública de Wellington es característico de una nueva ola de bibliotecas: bibliotecas que nunca duermen. Están abiertas electrónicamente las 24 horas del día. En el aspecto maorí, la Biblioteca Pública de wellington, una ventana abierta al mundo (He Matapihi ki te Ao Nui) continua investigando nuevos medios de responder a la diversidad de las comunidades que sirve como un centro de información dinámico, asertivo y flexible.

La Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda Te Puna Matauranga o Aotearoa como un microcosmos del país

La Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda Te Puna Matauranga o Aotearoa (http://intranet.natlib.govt.nz/Library/nlnzhome.htm) es un departamento central del gobierno que emplea a 400 personas en más de doce sedes. La Biblioteca Nacional realiza un abanico global de funciones, que incluyendo la gestión de las colecciones patrimoniales de la Corona, la consultoría y guía a la comunidad bibliotecaria y la consultoría al gobierno sobre políticas (Atwool, 1998; NLNZ Fact Sheet, 1999). Existe legislación específica para la Bibllioteca Nacional y los materiales patrimoniales contenidos en sus colecciones de la Biblioteca "Alexander Turnbull". Gran cantidad de otra legislación relevante, incluyendo dos leyes importantes, es central para gestionar la diversidad que se encuentra en este microcosmos de la nación. La tesis de que una biblioteca, y las colecciones contenidas en ella, son un reflejo de la comunidad que representa tiene especial relevancia para nuestra Biblioteca Nacional. Las dos leyes que fijan nuestra atención sobre la gestión de la diversidad en el sector público son las disposiciones EEO de la Ley del Sector Público de 1998 y la Ley del Tratado de Waitangi de 1975.

En la Sección 58 de la Ley del Sector Público de 1998 se exige al Director ejecutivo y Bibliotecario de la Biblioteca Nacional que desarrolle cada año un plan de igualdad de oportunidades para el empleo (EEO) (SSC, 1997) y que informe sobre el progreso del año anterior. El contexto de igualdad de oportunidades para el empleo del gobierno para el período hasta el 2010 es desarrollar la credibilidad para resistir la crítica. La función pública ha de reflejar en su composición un compromiso por la tolerancia, la conciencia cultural y la imparcialidad. La EEO contribuye a ello promocionando la composición de una fuerza de trabajo más capaz de responder a un público diverso y exigente. La composición de esa fuerza de trabajo puede un día reflejar la composición de la sociedad a la que sirve. La EEO promueve la equidad, elimina todas las formas de discriminación injusta, pues se basa firmemente en el principio del mérito. Los grupos EEO definidos por estar subrepresentados en la función pública comparada con la fuerza de trabajo del mercado laboral general, y comprendidos en la Ley, son las mujeres, los maoríes, los pueblos de las islas del Pacífico, los grupos étnicos o pertenecientes a minorías y las personas con discapacidades.

El punto de partida para la EEO es la premisa de que la capacidad y el talento están repartidos por igual entre hombres y mujeres y a través de todos los grupos, teniendo en cuenta los requerimientos particulares de las personas con discapacidades. Esta iniciativa proactiva es un reto frente al statu quo. Nuestra Biblioteca Nacional tiene una amplia mayoría de mujeres distribuídas por todos los niveles de gestión, así que para nosotros las mujeres no son un grupo destinatario de la EEO. Todos los grupos destinatarios tienen equipos que se reúnen en horas de trabajo para llevar su asunto de apoyar a su grupo, y también a la Biblioteca.

Hay otras seis leyes internas que apoyan la EEO y diez convenciones o tratados internacionales a las que nuestros tribunales pueden referirse cuando fallan sobre temas de EEO. La EEO en Nueva Zelanda nació, inicialmente, de una agenda fuerte de justicia social y anti-discriminación. Hoy día nuestra Biblioteca está en proceso de desarrollar un cuerpo de doctrina de gestión para proporcionar más apoyo a la EEO en el actual clima de la Nueva Gestión Pública.

El Tratado de Waitangi

La segunda gran ley en el contexto de Nueva Zelanda que promueve la diversidad, y que es central para la tesis de que una biblioteca y las colecciones contenidas en ella son un reflejo de la comunidad que representa es la Ley del Tratado de Waitangi de 1975, que estableció el Tribunal de Waitangi.

El Tratado de Waitangi fue un pacto solemne firmado por los maoríes y la Corona británica para construir juntos una nación (Ward, 1999). Los jefes maoríes buscaron la autoridad suprema de la Corona como contrapartida al reconocimiento del 'tino rangatiratanga' de los jefes, las tribus y el pueblo, incluyendo protección a los derechos de propiedad maoríes. Sin embargo la Corona, en sus esfuerzos por ofrecer territorio disponible a los colonos blancos, violaron cada vez más el Tratado y marginaron a los maoríes. La Ley del Tratado de Waitangi de 1975 proporcionó un medio de reparación legal para oír las quejas de agravio de los maoríes en el área de las tierras incautadas. La concesión de asentamientos en zona maorí mediante un proceso conforme a derecho se remonta a 1840 y permitió a los miembros del Tratado de Nueva Zelanda implicarse en un debate enfocado a los resultados que ha causado un dolor enconado de cien años de antigüedad en nuestro país. Aunque limitado actualmente a los asentamientos obtenidos a través del Tribunal Waitangi, el efecto de la Ley del Tratado de Waitangi de 1975 ha conseguido influir en todos los procesos de toma de decisión del gobierno y de la administración local. Los puntos de vista maoríes se contemplan ahora como un componente esperado de todo debate público sobre planificación y distribución de recursos. Sir Robin Cooke, Presidente del Tribunal de Apelación, ha descrito el Tratado en 1996 como "simplemente el documento más importante de la historia de Nueva Zelanda" (Durie, 1998; Boston et al., 1996).

Obviamente la necesidad de consultar con los maoríes no sienta bien a todo el mundo. Menos obvio es el hecho de que el pensamiento maorí no es homogéneo. Es característicamente tan diverso como la identidad tribal maorí, la identidad individual maorí y las pautas maoríes de matrimonio mixto a través de toda Nueva Zelanda y del mundo. Si hay un solo elemento que une a los maoríes ése es 'whakapapa'. 'Wakapapa' significa estar relacionado, estar conectado y pertenecer unos a otros como hijos de Papatuanuku (Tierra). Esta interconectividad cósmica, espiritual, es altamente valorada por los maoríes y constituye la base de su fe en la colaboración que apuntala el Tratado. El compromiso para esa colaboración une más, como una meta valiosa a perseguir a través de las generaciones, que los problemas surgidos de cualquier acuerdo contractual violado en nuestra historia. Como biblioteca no tenemos una historia de contratos violados. Sí que tenemos años de fe ciega anclada en nuestros sistemas de catalogación. Es un punto de vista arraigado en el mundo de los sistemas bibliotecarios de ayer, basados en el papel, que, si no nos enfrentamos a él, va a perpetuar las estructuras neocoloniales del mundo. Esto es asunto nuestro, sólo nuestro. Es solamente en los últimos dos años que hemos empezado a afrontar seriamente la necesidad de mejorar nuestros registros electrónicos, y nuestros catálogos, para incorporar una visión maorí de los materiales maoríes de nuestras colecciones (Proyecto Wairarapa, 1998). La diversidad lleva inevitablemente sus propias demandas a las bibliotecas de adaptarse y cambiar.

En la Biblioteca Nacional la consulta con los maorís se ha centrado en nuestra meta estratégica de colaboración.

La Biblioteca Nacional reconoce a los maoríes como los 'tangata whenua' y tendrá una estrategia para desarrollar una colaboración efectiva con los maoríes hacia el 2002. (NLNZ, 1998)

Esta meta impacta tanto sobre el número de personas dentro de la organización con competencias maoríes relevantes para todas nuestras metas estratégicas y para los materiales maoríes en las colecciones de la Biblioteca Nacional, como sobre cómo están organizados éstos. También tuvimos que hacer frente a la demografía de la mezcla actual de población de nuestra nación. De la población total, el 14.5% se identifica como maorí, y este porcentaje es considerablemente más alto en el grupo de edad escolar. ¿Cuáles son, pues, los documentos de planificación significativos que hemos elaborado en la Biblioteca Nacional? Un examen de nuestras metas estratégicas en los primeros años '90 revela un silencio estratégico con una predilección por educarnos a nosotros mismos antes de entrar realmente en colaboración efectiva alguna. Hacia marzo de 1994 (NLNZ, 1994), el documento estratégico muestra que los maoríes no aparecían en ninguna meta estratégica, si bien una de las seis áreas clave de resultados sí que afirmaba la necesidad de "colaboraciones con los maoríes para ayudar con acceso a, y preservación de, los recursos documentales relacionados con ellos". Durante los últimos '90 alguna prosa descriptiva elocuente aparece en nuestros informes anuales al gobierno sobre nuestros servicios a los maoríes. Yo mismo escribí algo de eso, lo confieso, pero no fue hasta 1998 que la meta estratégica arriba citada fue formulada para varios meses en un ejercicio de planificación colaborativa que implicaba a todo el staff, 'Komiti Matua' y a todos nuestros partenaires externos. Este plan ha cambiado el equilibrio, desde el empleo de las ocasionales estrellas y campeones de los temas maoríes, a la puesta en práctica de planes basados en una política más inclusiva de los maoríes para producir resultados mejores para los maoríes y los clientes que buscan información maorí. La deliberada asignación por grupos de los recursos y el establecimiento de metas de rendimiento para los directores son dos herramientas para ayudar a producir esos resultados.

Nos ha costado más de 150 años afrontar el daño que nos hemos hecho unos a otros. La curación del dolor del pasado no puede ser ocultada o ignorada por más tiempo. Como colaboradores vivimos demasiado cerca y nos ocupamos demasiado unos de otros para perpetuar las fechorías de nuestros antepasados. Nuestra biblioteca no es nada si no es parte de la comunidad que representa y las colecciones contenidas en ella son algo menos que un reflejo de nosotros mismos. Estoy orgulloso de ser un miembro de nuestro equipo en la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda Te Puna Mätauranga o Aotearoa.

La colaboración es la clave. La colaboración es el primer paso que cada neozelandés ha dado. Cada uno de nosotros, a nuestra manera, ha avanzado hacia la comprensión, la aceptación y, finalmente, la celebración de la diversidad en nuestro país, en el Pacífico, en Asia y en el mundo en general. La colaboración es un primer paso que las bibliotecas de cualquier parte pueden dar para afrontar los retos y oportunidades proporcionados por la diversidad. Esta ha sido la experiencia de Nueva Zelanda.

Kia ora tatou / Salud a todos nosotros.

Referencias

Atwool, M.(1998), The National Library, September 1998: A Snapshot. National Library of New Zealand Te Puna Mätauranga o Aotearoa, Wellington, New Zealand.

Boston, J., Martin, J., Pallot, J., Walsh, J. (1996), Public management: The New Zealand model. Oxford University Press, Auckland, New Zealand.

Durie, M. (1998), Te Mana Te Käwanatanga. The Politics of Mäori Self-determination. Oxford University Press, Auckland, New Zealand.

NLNZ (1994), Strategic directions linking the peoples of New Zealand with information. National Library of New Zealand Te Puna Mätauranga o Aotearoa, Wellington, New Zealand.

NLNZ (1998), Towards the 21st century: strategic plan of the National Library of New Zealand Te Puna Mätauranga o Aotearoa, y Annual Reports (1990-1998). Wellington, New Zealand.

NLNZ Fact Sheet (1999), National Library of New Zealand Te Puna Mätauranga o Aotearoa - What we do for New Zealanders. Abril 1999, Wellington, New Zealand.

State Services Commission (1997), EEO Policy to 2010, Future directions of EEO in the New Zealand public service. Wellington, New Zealand.

Wairarapa Project (1998), Enhanced heritage records of Wairarapa Mäori. National Library of New Zealand Te Puna Mätauranga o Aotearoa, Biblioteca Alexander Turnbull. Wellington, New Zealand.

Ward, A. (1999), An unsettled history - Treaty claims in New Zealand today. Bridget Williams Books, Wellington, New Zealand.

Traducción al español: Angels Massísimo

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Latest Revision: July 29, 1999 Copyright © 1995-2000
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